Mik-Man Matafuegos nació de la unión de José Mikulas y Ramón Mansilla en el año 1965: de ahí las siglas Mik-Man. Comenzó como un emprendimiento pequeño, siempre con vistas de crecimiento y expansión en el mercado. Luego de 15 años de trabajo en conjunto, los socios decidieron separarse en buenos términos, quedando Matafuegos Mik-Man a cargo de José Mikulas. La empresa se mantiene dentro de la familia Mikulas hasta el día de hoy.
En un principio, en el negocio sólo se realizaban cargas de matafuegos y garrafas para soda, hasta que en el año 2008, luego de 43 años de esfuerzo, se logró cumplir un objetivo de toda la vida: ser los primeros fabricantes de matafuegos en la provincia de Córdoba. Se remodeló el local, ampliando el área de ventas para mayor comodidad del cliente y se instaló la fábrica dentro del mismo predio.
Durante los 50 años de trayectoria que tiene el negocio, se logró expandir el servicio por toda la ciudad y provincia, llegando no sólo a la venta y manutención de clientes, sino también a proveer de matafuegos y materiales a firmas de matafuegos más pequeñas.
Para ello contamos con un sello de calidad otorgado por la Universidad Tecnologica Nacional que certifica la calidad de nuestro trabajo y formamos parte de la Cámara de Fabricantes y Recargadores de Extintores de Córdoba (CAFAREC), lo cuál nos permite trabajar con las tarjetas Municipales timbradas necesarias para habilitaciones.
Matafuegos Mik-Man se carateriza por ser una empresa familiar, de trabajo en equipo y fiel a sus clientes, destacándose por su atención personalizada. Se enorgullece principalmente por la dedicación tanto hacia sus clientes más pequeños como a empresas de gran envergadura, dándole el mismo servicio y atención a todos: desde el habitual que viene a cargar su garrafa de soda hasta las grandes empresas que confían en nosotros hace años.
